El Grupo Tecnocasa y la Asociación de Promotores y Constructores de Edificios de Cataluña (APCE) han elaborado de manera conjunta, y a través de sus respectivas cátedras de empresa con la Universitat Pompeu Fabra (UPF) de Barcelona, el informe Vivienda: recaudación vs gasto público en Cataluña.
El estudio pone de manifiesto que solo el 25% de los impuestos en vivienda se destina a políticas habitacionales en Cataluña. Lo que muestra una clara desigualdad entre los ingresos fiscales generados por el mercado inmobiliario y el esfuerzo presupuestario que las administraciones públicas destinan a políticas de vivienda.
Recaudación vs gasto público en vivienda
El estudio analiza la recaudación total por vivienda y desglosa de manera detallada los 51 municipios catalanes con más de 25.000 habitantes. Y concluye que, en 2023, solo el 25% de los impuestos en vivienda se destinó a políticas habitacionales en Cataluña. Estos recursos, ya de por sí limitados, se reducen al 15,9% si se excluyen los fondos extraordinarios procedentes del programa europeo Next Generation.
El informe cuantifica en cerca de 5.000 millones de euros la recaudación total en Cataluña por el denominado ‘hecho imponible vivienda’, que engloba impuestos y tasas relacionados con la propiedad, la construcción, las transmisiones de vivienda nueva y usada, así como otros tributos urbanísticos. En total, 14 tributos diferentes.
Si se segmenta por administraciones, se observa que los municipios catalanes recaudaron en conjunto más de 2.300 millones de euros, la Generalitat de Catalunya cerca de 2.100 millones y la administración estatal algo más de 213 millones.
Sin embargo, el esfuerzo inversor fue desigual: mientras que los municipios destinaron el 22,2% de lo recaudado a políticas de vivienda, la Generalitat apenas alcanzó el 13,3%.
En el caso del Estado, la proporción fue del 168%, debido a que en muchos municipios la recaudación neta fue negativa por efecto de deducciones fiscales, especialmente en el IRPF y por los fondos Next Generation.
El análisis revela importantes disparidades entre municipios. En este sentido, Barcelona lidera en términos absolutos, tanto en recaudación como en gasto, con más de 1.900 millones de euros recaudados y más de 547 millones invertidos.
No obstante, hay municipios como Salt, Olot o Santa Coloma de Gramenet, que destinan una proporción significativamente mayor de sus ingresos a políticas habitacionales.
En el extremo opuesto se encuentran Sant Cugat del Vallès y Sitges que, a pesar de contar con una elevada recaudación por vivienda, destinan menos del 15% de esos recursos a políticas de vivienda. Esta disparidad pone de manifiesto la ausencia de criterios redistributivos o de corresponsabilidad fiscal en la asignación del gasto habitacional.